A la muerte del locutor Antonio Barragán

Diario de un reportero
Por Ramsés Ancira


¡Como me hizo sufrir ese cabrón en mi novatada en las vueltas ciclistas! Fue sin embargo un periodista generoso,uno de mis primeros maestros, ojalá que su familia conserve la figura prehispánica que recogimos en 1982 en Cristobal Colón, Chiapas. Blanca, en mi imaginación representaba a un europeo a pesar de que se suponía prehispánica.
Recuerdo que él y su hermano Manuel, periodista también y ambos maestros de educación física me defendieron cuando yo despotriqué en la residencia del gobernador Sabines contra los periodistas corruptos que ponían en riesgo a los ciclistas al rebasarlos en las bajadas.
Ahí conocí a Jaime Sabines, antes que a su poesía que luego me cautivó. Ya estaban preparándose los reporteros aludidos para darme una golpiza, cuando estalla el Chichonal y nos quedamos Manuel, Toño y yo a hacer la cobertura, que me dió varios días continuos de ocho columnas, las primeras y quizá las últimas en mi vida de periodista, a los 21 años.
Ellos con su experiencia me subieron a un trailer de la Conasupo donde tuvimos un viaje infernal de casi 15 horas para llegar de Tuxtla Gutiérrez a Pichucalco, ya no soportaba el regreso y con el argumento de que la información no podía esperar me regresé en avioneta. 
Su hermano Manuel, quien murió de una enfermedad demasiado pronto, dejó pendiente el proyecto de una novela, Estallido, sobre la debacle de la Ciudad de México. Me prometí escribirla algún día, ya pasaron 30 años y no he abordado el proyecto. 
En ese tiempo a los reporteros de radio en México se les consideraba de segunda clase, los bulbos, se les llamaba despectivamente. Toño y Manuel, con la cultura adquirida como maestros de Educación Física, estaban entre los más cultos y mejores redactores. 

En honor a tí Toño: Tuvo el gusto de informarlesss....Antonio Barragánnn 

Más información sobre Toño en este enlace:

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