El Leviatán, un ensayo sobre la obra de Hobbes y su aplicación en las elecciones del 7 de junio

Por Ramsés Ancira Saba






Fuente Primaria: http://eltalondeaquiles.pucp.edu.pe/sites/eltalondeaquiles.pucp.edu.pe/files/Hobbes_-_Leviatan.pdf

Fecha de consulta: 1 de mayo 2015




Prólogo

¿Por qué seleccioné a Hobbes?
De los personajes estudiados en el primer semestre de la licenciatura en historia en la Universidad Nacional Autónoma de México, entre los teóricos de la política, sin duda me quedo con Hobbes. Ya desde la preparatoria había leído sus textos y junto con los de otros filósofos ingleses me llamó la atención su capacidad de exponer con claridad sus puntos de vista en contraposición con los autores alemanes, más densos, y en mi opinión malos redactores.
También me había atraído por la reciente proyección en México de Leviatán, una película rusa que estuvo nominada al Oscar. Creo que una de las formas más atractivas de la didáctica es llevar al cine una obra escrita. Entre las películas de mayor duración en la historia se encuentra Noticias de la Antigüedad Ideológica, El Capital.[1] Recupera a lo largo de más de nueve horas  el intento que ya había hecho Eisenstein de llevar al cine la obra de Carlos Marx.
Mi primera profesión, la de comunicador, ha derivado en una especialización en lo audiovisual. En el periodismo la primera tarea es poner en lenguaje sencillo y sin repeticiones o “paja” lo que dicen políticos, científicos y toda clase de teóricos. Si se puede traducir en imágenes un concepto, mucho mejor para mi trabajo.
La definición del poder es una de las necesidades más trascendentes, y sobre todo en época de elecciones, luego de que como sociedad hemos cometido tantos errores.
Como cronista parlamentario en 1987 y 1988 tuve una posición de primera fila para observar cómo opera el poder legislativo, sobre todo del que era, y volvió a ser, el partido en el poder, el PRI. Al interior de las cámaras, la sumisión y la abyección, al exterior la demagogia y el discurso de compromiso con la sociedad. Al interior operando de manera de recibir capital para ellos a través de viajes, viáticos o dinero para asesores, a los que generalmente les hacen firmar recibos de honorarios por el doble del sueldo que realmente reciben, los famosos “moches”. No siempre lo hacen en provecho personal sino porque así se los ordena el coordinador parlamentario. Se legisla no para que el país produzca, sino para transparentar las compras del sector público. Si se permite el gas natural, se hace un segundo piso contratando a una empresa extranjera, OHL por ejemplo o se hacen carreteras hay una comisión. Si en cambio se dan fondos para que la UNAM o Chapingo o el IPN, investigue un producto para combatir la diabetes, o cree un robot que barra y trapee o un dron para llevar alimentos a zonas de desastre, no hay comisión y por lo tanto el proyecto legislativo se puede ir a la congeladora.
Igual si se trata de legalizar alguna droga o de hacer campañas para combatir las adicciones. Es mejor aplicar recursos para comprar armamento en el extranjero que nunca se va a usar. Ahí hay moche, en lo otro no.
Hobbes dice que el poder se logra ganando amigos, en el caso de los partidos los amigos serían los electores. No creo que Hobbes haya pensado que es legítimo ganar aliados, es decir votantes corrompiéndolos y mintiéndoles. Desafortunadamente eso es lo que hace la mayoría de los trapecistas, esto es los que ya tienen experiencia saltando de puestos. En todos los partidos hay políticos jóvenes, llenos de buenos intenciones. Esos son los que hacen campañas ingeniosas y convencen a los electores, pero su trabajo es sólo para llevar a las plurinominales a los verdaderos mafiosos de la política, a los que tienen acuerdos con el crimen organizado y con los grandes corporativos transnacionales que a cada puente, y puerto y aeropuerto o segundo piso o ducto de gas natural, dan una mordida gigante a la soberanía y como los pájaros carroñeros alimentan en el pico a los poderosos monstruos que a su vez serán los futuros devoradores de las naciones independientes de américa.


I Leviatán,  primera parte: del hombre


Hobbes describe el poder como la capacidad de un hombre para tener un bien en el futuro.

Poder natural es la eminencia de las facultades del cuerpo o de la inteligencia, tales como una fuerza, belleza, prudencia, aptitud, elocuencia, liberalidad o nobleza extraordinarias. Son instrumentales aquellos poderes que se adquieren mediante los antedichos, o por la fortuna, y sirven como medios e instrumentos para adquirir más, como la riqueza, la reputación, los amigos y los secretos designios de Dios, lo que los hombres llaman buena suerte.

El mayor poder es el que logra la unidad de los hombres, dice Hobbes y esto hace poderoso al Estado.  El poder se obtiene también a través de un mayor número de amigos y la reputación de las personas, conocida como popularidad.

Hobbes propone como características o herramientas del poder, a la afabilidad de los hombres, porque el éxito engendra cariño,  la elocuencia, la prudencia, el honrar a otros.

Las formas de honrar son mostrando cualquier signo de amor, solicitar consejo, felicitar,  ceder el paso, unirse a otros que honran a la misma persona[i].

No existe un fin último ni un bien supremo, aclara Hobbes al empezar a tratar el tema de la diferencia de las maneras[ii]. La ansiedad de poder acompañará al hombre hasta la muerte. El afán de lucha se genera en la competencia. Sin embargo también afanamos una vida tranquila y por esa razón se acepta obedecer a alguien por un bien común.
La ansiedad de poder, se modera con el amor a las artes: “El afán de saber, y las artes de la paz inclinan a los hombres a obedecer un poder común, porque tal deseo lleva consigo un deseo de ocio, y, por consiguiente, de tener la protección de algún otro poder distinto del propio.”
En el capítulo XII[iii]  habla de necesidad del hombre de conocer las causas por las que se tiene o no fortuna. Advierte que los humanos son los únicos que desarrollan la religión por la necesidad de saber lo que depara el futuro: “Este perpetuo temor que siempre acompaña a la humanidad en la ignorancia de las causas, como si se hallara en las tinieblas, necesita tener por objeto alguna cosa”
Cuando nada se ve, agrega Hobbes, buscamos responsabilizar a un poder invisible e incorpóreo. A esos poderes se les atribuye asignarnos una buena o mala fortuna.
Cuatro semillas de la religión evalúa Hobbes, tener una idea de los espíritus, devoción por lo que los hombres temen, ignorancia y aceptación de las cosas casuales como pronóstico del futuro.
Considera que un punto común de las religiones es una teoría del caos, ahí empieza una calificación de los dioses: cielo, océano, planetas, fuego, tierra, son los primeros.
Más tarde crea otros dioses de aquello con lo que convive, la mujer, una vaca, una serpiente.
En el siguiente capítulo trata sobre las condiciones de la felicidad o la infelicidad[iv].  Lo que nos hace iguales, establece, depende de las facultades de fuerza del cuerpo o de las condiciones del espíritu.
Competencia, desconfianza y ansiedad por alcanzar la gloria serían las causas de nuestras discordias.
Cada hombre debe esforzarse por la paz, mientras tenga la oportunidad de lograrla[v] dice Hobbes y de esta manera combatir la tendencia natural  a hacer lo que se desee, incluso cuando esto pueda afectar a otros.


II Leviatán,  segunda  parte: del estado


Aun considerando lo inagotable que parece el tema, Hobbes parece no haber dejado sin exponer o analizar todo lo básico en poco menos de 150 páginas que tiene la edición virtual de la obra consultada.

Para la II Parte de El Leviatán Hobbes se refiere al Estado y a los pactos[2].

Empieza por las causas que generan al Estado y continúa enumerando los derechos que tiene un soberano; de las especies de gobierno equipara a la monarquía con la tiranía y a la aristocracia con la oligarquía, antes de ocuparse de las formas de sucesión de los soberanos.

Para el Capítulo XX de su obra habla de dos formas de ejercer el dominio, el despótico y el paternalista. (Por cierto que este último se ha desprestigiado muchísimo en las nuevas doctrinas económicas en las que el capital se pone por encima del humanismo y el dejar hacer, dejar pasar nos ha conducido nuevamente al predominio del más fuerte, sea crimen organizado o ejército dogmático como el llamado ISIS. Esto es la consecuencia del gobierno de empresarios de Vicente  Fox, o la protección a los grupos terroristas en Siria para debilitar al gobierno de Bashar al Assad por el temor de Israel a un vecino fuerte)

Hobbes continúa desmenuzando hasta donde llega la libertad de los súbditos que eligen a un soberano; los sistemas en los que se agrupan las personas de acuerdo a su interés o negocios, y para el Capítulo XXIII de los deberes de los ministros.

Cómo se nutre un estado para luego distribuir los bienes es el tema del Capítulo XXIV y prosigue con el Consejo al que distingue del Orden pues el primero se ocupa del bienestar del prójimo.

Del consejo, al que se refiere Hobbes como los hombres que aconsejan al soberano lo que mejor beneficia a los ciudadanos, se deriva el Concejo, la organización de hombres de distintas ideologías que sin embargo en teoría deberían tener la idea común de beneficiar a los súbditos, si nos atenemos al país de Hobbes o a la democracia, si lo transponemos a nuestra época.

Así Hobbes continúa tratando el tema de los órganos de gobierno como el Senado, del que explica su naturaleza y luego trata de los delitos y las causas para eximir la pena o los atenuantes.

Finaliza con un sistema de penas y recompensas, por lo que en mi opinión el Leviatán es la obra política más completa que conozco sobre la organización humana, las razones para darse un gobierno y los requisitos mínimos para gobernar o dejarse gobernar.

 

III Mi selección de puntos esenciales


  • En la extensión de un ensayo como este no es posible detenerse demasiado; pero aunque  toda selección es subjetiva, elijo estos conceptos como los más destacados sobre la naturaleza del Estado, según Hobbes:
  • ·         Asegura que la debilidad y la inteligencia del hombre son relativas ya que no hay hombre tan débil que no pueda matar a otro si se lo propone. Por lo que se refiere a la prudencia, que sería una característica de la sabiduría, dice que esta se obtiene a través de la experiencia, de tal manera que esta característica de la inteligencia también la podrán obtener los hombres en algún momento de su vida.
  • ·         También sobre el talento considera que no es un asunto tan grave como para provocar la discordia ya que cada uno ve su propio talento, teniéndolo a la mano, mientras que el talento de otros lo mira a la distancia.[3]
  • ·         La discordia, dice Hobbes empieza precisamente por la igualdad, pues es entonces cuando se crea la primera condición de la desconfianza.[4]
  • ·         De la desconfianza la guerra[5]
  • ·        Así hallamos en la naturaleza del hombre tres causas principales de discordia, primero la competencia, segunda la desconfianza y la tercera la gloria[6] dice Hobbes y agrega que para procurarse beneficios el hombre emplea la violencia, para garantizarse la seguridad, la defensa y para ostentar su reputación emplea la fuerza[7]
  • ·         Pone como ejemplo a las tribus americanas que viven en paz, pero lo atribuye a la concupiscencia. Esto es, que su deseo por tener relaciones sexuales en paz haría que eviten la guerra. Si no hubiera un temor común se desataría pronto una guerra civil.
  • ·         El deseo sexual, de acuerdo a esta fuente primaria de la lectura de El Leviatán, podría interpretarse también como una forma de cohesión social. Él lo manifiesta literalmente así “El temor a la muerte es una pasión que inclina a la paz”. Yo no puedo resistir aquí mi propia interpretación. En griego la palabra Amor, etimológicamente significa “Sin muerte”. El amor es lo contrario a la muerte, o en otras palabras, es lo contrario a la guerra que es una tentación constante según dice el propio Hobbes.
  • ·         El Capítulo XIV de El Leviatán habla sobra las razones naturales de la violencia humana y como someterla a base de contratos[8]
  • ·         El primer derecho natural, dice, es conservar la vida[9]
  • ·         Luego define la libertad como la ausencia de impedimentos para hacer nuestra voluntad[10] y señala como una Ley de Naturaleza que cada hombre “tiene que esforzarse por la paz mientras haya esperanza de lograrla[11]
  • ·         En el capítulo XV[12] asegura que mientras no haya un pacto los hombres pueden hacer lo que quieran e indica que la Justicia comienza con la constitución del Estado.
  • ·         Luego hace una serie de consideraciones sobre lo que en su opinión debe contener ese contrato.
  • ·         Entre otras cosas habla de al menos una clausula sobre la arrogancia y que las partes se sometan a la decisión que se tome sin sobreponer el orgullo o la venganza.
  • ·         Establece también como la suerte puede definir la resolución de un conflicto cuando no sea posible la división de un bien reclamado, y la necesidad de nombrar mediadores entre personas de distinto parecer. El contrato debe establecer también la sumisión al arbitraje.
  • ·         En un párrafo hace mención de la contumelia, a la que define como una venganza a la que se puede recurrir cuando una de las partes no queda satisfecha con el arbitraje con el que terminó un contrato.

IV Conclusiones personales


El inglés Thomas Hobbes  (1588-1679) me parece uno de los hombres más destacados en la historia mundial y representante de una era brillante particularmente en lo que se refiere a lo que hoy se conoce como Reino Unido.

Fue contemporáneo de Giordano Bruno quien se anticipó a Copérnico a decir que era la tierra la que giraba alrededor del sol y anticipar que este era solo una estrella entre muchas del cosmos. Vivió en la época en la que Shakespeare escribió obras sobre el poder y sus consecuencias como Julio Cesar (1599) cuando Hobbes tenía 11 años y Macbeth (1606), cuando tenía 18.

En 1665, cuando Hobbes tenía 77 años, Newton trabajaba sobre las leyes de la dinámica y nacía en Nepantla, México la que iba a convertirse en Sor Juana Inés de la Cruz.

Me parece relevante esta información porque pone en contexto una obra en un periodo de profunda transformación no sólo sobre la naturaleza humana, sino de rompimiento de los paradigmas en laciencia y en el arte. Giordano Bruno fue asesinado por la inquisición y los libros de Hobbes fueron quemados en Inglaterra durante su vida y después de su muerte porque lo consideraban ateo.

Ateo por que no creía que el poder del Rey se lo hubiera dado Dios.

En nuestros tiempos tampoco creemos que el poder de ningún partido político sea para siempre o inevitable. Cuando rompen el contrato para el que fueron elegidos por la sociedad, deben ser removidos.

El Leviatán tiene la información sobre qué es el poder, cómo ejercerlo y cuando no se cumple con las obligaciones que conlleva. Su lectura puede darnos herramientas para mejorar la democracia y obtener legítimamente el poder haciendo amigos, siendo honrados y respetados, como lo establece Hobbes desde las primeras líneas de su obra maestra.



[1] La primera parte de esta película se puede ver en https://www.youtube.com/watch?v=tXG9mtY3aHY
[2] De la condición natural, párrafo uno
[3] Ibídem, párrafo 2
[4] Ib. Párrafo 3
[5] Ib. Párrafo 4
[6] Ib. Párrafo 7
[7] Ib. Párrafo 8
[8] De la primera y de la Segunda “Leyes Naturales” y de los Contratos
[9] “De la primera…” Ib. Párrafo 1
[10] Ib. Párrafo 2
[11] Ib Párrafo 4
[12] De otras leyes de la Naturaleza



[i] DEL "PODER", DE LA "ESTIMACIÓN", DE LA "`DIGNIDAD", DEL "HONOR" Y DEL "TITULO A LAS COSAS"
[ii] DE LA DIFERENCIA DE "MANERAS"
[iii] DE LA "RELIGIÓN"
[iv] DE LA "CONDICIÓN NATURAL" DEL GÉNERO HUMANO, EN LO QUE CONCIERNE A SU FELICIDAD Y A SU MISERIA
[v] DE LA PRIMERA Y DE LA SEGUNDA "LEYES NATURALES" Y DE LOS "CONTRATOS"

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